Hno. Lorenzo Sobrevía Cañardo
«El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, llegaron los ríos, soplaron los vientos, y descargaron contra la casa, pero no se cayó porque estaba edificada sobre roca» (Mt 2, 24-26).