06 Hno. Lorenzo Sobrevía“El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a aquel prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba edificada sobre roca” (Mt 2, 24-26).

El hno. Lorenzo Sobrevía nació en Huesca capital, el 16 de abril de 1874. Vistió el hábito monástico el 10 de febrero de 1897. Emitió los votos temporales el 2 de abril de 1898, y finalmente los Perpetuos el 5 de mayo de 1901.

Albañil cualificado, entró en El Pueyo a los 23 años, muy consciente de su decisión y del mundo que dejaba, para buscar solo a Dios.

De aspecto limpio y bien plantado, siempre vestía de hábito, salvo en algunas faenas propias de su oficio. No era poco el trabajo que tenía, y lo realizaba con pulcritud. Por esta razón estuvo trabajando alguna temporada en la Abadía de Valvanera (La Rioja) y en el artístico claustro del Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos).

En El Pueyo desempeñó durante muchos años el cargo de ayudante del Prefecto de Aspirantes, teniendo su dormitorio contiguo al de éstos, en razón de la disciplina. Igualmente, acompañaba a los colegiales en los recreos y en algunos paseos, aunque no era muy andarín. Eras serio, pero no adusto, lo cual daba un mayor relieve a su talla. Le gustaba la disciplina y el buen comportamiento de los aspirantes, pero jamás se le vio reñir a ninguno de ellos.

Frecuentemente llevaba el rosario en la mano durante el ocio de los chicos, pues era lo que se dice, un monje piadoso.

Diariamente participaba en la Misa que celebraba el P. Prefecto para los chicos, asistiendo igualmente con ellos a los actos litúrgicos o de piedad. En la prisión, en cambio, los colegiales no tuvieron trato con él, ya que era el P. Prefecto quien estaba generalmente con ellos, pudiendo así gozar de más libertad para tratar con los monjes.

Tenía también a su cuidado la tienda de recuerdos: medallas, tarjetas, etc. Era muy ordenado en todo.

Los días que precedieron a la contienda nacional, varios monjes jóvenes solían vigilar en torno al Monasterio durante la noche: P. Anselmo, P. Ramiro, D. Rosendo, D. Lorenzo, etc. El hermano Sobrevía, en su celda, estaba sin acostarse, y a veces desde la ventana cambiaba impresiones con aquéllos.

Los días 19, 20 y 21 no salió con el grupito de colegiales al bosque, quedándose en el Monasterio.

Murió el hno. Lorenzo Sobrevía el 28 de agosto, con el resto de la comunidad en la carretera de Berbegal, junto a un cerrillo, y fue enterrado en el cementerio con sus hermanos monjes.

 

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