La verdad que un título así para una crónica no debe inspirar muchos deseos de ser leída, es más lo primero que debe despertar en la imaginación es una interminable cascada de mini-noticias de las actividades que se llevaron a cabo en el monasterio en este último tiempo.
Semana Santa:
-Con un despliegue litúrgico propio de una ceremonia vaticana (según la opinión de miembros de nuestra feligresía, que seguramente no fueron al Vaticano) se llevaron a cabo las ceremonias de Semana Santa. Poco a poco se hace cada día más con el apostolado litúrgico del monasterio, la gente empieza a gustar más de la belleza y riqueza de los ritos de la Iglesia, realidad que se vio reflejada en el aumento de feligresía comparado con años anteriores durante la Semana Santa.
-La única ceremonia oficial de la diócesis a la que bajamos “los de El Pueyo” es a la Misa crismal que se celebra en la catedral de Barbastro, este año no solo eramos más los que fuimos sino que además hicimos un poco más de ruido porque como nunca hubo cuatro diáconos asistiendo al obispo. Tanto el obispo como los otros sacerdotes y la gente estaban muy contentos por nuestra nueva presencia.
– Los ejercicios espirituales que se predicaron durante esta semana en el Monasterio, no hacían recordar mucho a los multitudinarios que organizaba el Cura Brochero en Traslasierra, pero al menos sí a los de San Ignacio en su primera época cuando eran uno a uno, ya que solo un joven hizo ejercicios.
Pascuetas:
Durante la semana de Pascuetas se llevaron a cabo, también en este monasterio, las Jornadas de Actualización teológica para los sacerdotes de la provincia Nuestra Señora del Pilar (España, Francia). Pudieron asistir gracias a Dios, casi todos los miembros, por lo que eramos casi 30. En un clima festivo, acorde al tiempo litúrgico, se tocaron los temas de las directrices emanadas de la última reunión de Superiores y Formadores con el Gobierno General. En el medio de la semana, los sacerdotes que acudieron a la reunión pudieron hacer una escapadita a la ermita de la Virgen de la Carrodilla, un lugar espectacular, enclavado en la sierra de la Carrodilla, ideal para un asadito, caminata y hasta un fulbito.
Romerías:
Mayo es el mes de El Pueyo; los peregrinos de los pueblitos circundantes y los distintos grupos y cofradías de la ciudad suben en romería a rendir culto a la Graciosa patrona del Somontano. Casi todos los días del mes hay alguna celebración especial, misa, rosario o confesiones para un grupo de romeros. Así llegan de Barbastro, Berbegal, Antillón, Laluenga, Fornillos, Permisán, Castillazuelos, Bespén, Blecua y más. También las cofradías que tienen sus pasos en las celebraciones de semana santa como el Paso de la Soledad y el Paso de Jesús Nazareno y otros grupos como la Peña Tradiciones…
Fiesta de Nuestra Señora de El Pueyo:
El sábado 3 de mayo, se celebró la fiesta de la patrona de este monasterio y santuario. Un hito, ya que años antes por las romerías, los pocos monjes y por ser una fiesta móvil (II sábado de Pascua) fue más difícil rendirle culto a Nuestra Reina como ella se merece; este año la fiesta tuvo otro color, Misa propia con asistencia de fieles, allegados y miembros de la tercera orden.
Breves académicas:
– El padre Folonier, miembro de esta provincia, vino a dictar un curso intensivo de Derecho Canónico.
– El viernes 4 de julio se concluyeron las actividades académicas del año lectivo 2013-14, dando así fin al primer año de la Casa de Formación Monástica.
Bueno, será hasta el próximo envío.
En Cristo y María Ssma.
Diác. José Ignacio de los Ángeles Berarducci, IVE