Los peregrinos de la Virgen del Pueyo en Romeria hacia la casa de su Madre.

Los peregrinos de la Virgen del Pueyo en Romeria hacia la casa de su Madre.

Queremos contarles brevemente sobre las Romerías[1]a la Virgen y el mes de Mayo, pues es la actividad y apostolado específico de nuestro Santuario y Monasterio.

La devoción y culto a la Madre de Dios en este monte del Pueyo de Barbastro, comenzó allá por el año 1101, poco después de la reconquista de estas tierras españolas a los moros, con motivo de la aparición de la Virgen al pastor San Balandrán[2]. En esa circunstancia la Santísima Virgen le pidió al humilde pastor que le construyera un templo en la cumbre del monte, donde se le rindiera culto y desde donde bendeciría a toda la Comarca. En ese año fue la 1ª Romería, encabezada por el mismo pastor San Balandrán, y junto a él todo el pueblo de Barbastro.

Años más tarde, en 1890, vendrían los monjes benedictinos, quienes restauraron el templo, propagaron grandemente la devoción a la Virgen por todos los pueblos de los alrededores y construyeron el imponente monasterio que hoy es atracción de incontables viajeros y peregrinos que lo visitan.

Actualmente son alrededor de 15 localidades o pueblos del Somontano que mantienen la tradición de subir a nuestro Santuario y Monasterio del Pueyo, en Romería. Esta hermosa tradición viene desde el siglo XVI, época en que eran cerca de 50 los pueblos que peregrinaban a pie, desde muchos kilómetros algunos (hasta 50 o 60 km), una vez al año, en el mes de María, que coincide normalmente con el tiempo Pascual. Suben todos (jóvenes, niños y adultos, acompañados por el cura del pueblo y el alcalde con su consejo), rezando el Rosario y al compás de las marchas e himnos en honor de nuestra Madre y Patrona. Al llegar a los pies de la escalera santa que da acceso al Santuario (construido en la roca más elevada del monte), los romeros son recibidos por el capellán del Santuario. Allí se realiza el tradicional beso e incensación de cruces (la del Santuario y del pueblo que peregrina), y luego de unas palabras de bienvenida se suben las gradas de la escalinata, hasta llegar a la Iglesia donde tiene lugar la Santa Misa Solemne en honor de la Madre de Dios.

Aunque cada pueblo conserva su tradición en el modo de participar en la Romería, y hay algunas variantes, por lo general, luego de la Santa Misa, se quedan a comer en la hospedería del Monasterio, y por la tarde tienen el 2º Rosario, dirigido por los monjes en el mismo Santuario. Allí hacen nuevamente cantos a la Virgen, algunos muy antiguos y con letras muy bellas, donde le expresan todo el cariño, necesidades y motivo de la visita y Romería. Al final mientras se canta la Salve en latín (que por cierto la saben todos los pueblos), suben al camarín de la Virgen a darle un beso y despedirse hasta el próximo año.

Al llegar al Santuario de la Virgen de El Pueyo los monjes reciben a los peregrinos.

Un detalle muy significativo es que con motivo de ser el mes de María, de Mayo, de las flores…durante las Romerías, la Iglesia y altar de la Virgen se colman de flores y adornos, unos más bellos que otros.

Para nosotros es ciertamente la actividad más importante del año. Un mes muy intenso de trabajo, y a la vez, una oportunidad única y providencial para llegar a casi todos los habitantes de los pueblos y ciudades de los alrededores. Muchos de ellos al menos una vez al año escucharán un sermón, tendrán la posibilidad de confesarse y comulgar, y de pasar un día santo en la casa de la Virgen.

SIGUIENTE: «LA MISA DE LA VIRGEN DEL PUEYO»


[1] Peregrinaciones.

[2] San Balandrán era pastor de ovejas, pero luego de la aparición de la Virgen, construye una ermita, se ordena sacerdote y va a ser el 1º capellán del incipiente Santuario de la Virgen del Pueyo.

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